La Tecnología como Medio Didáctico en el Proceso de Enseñanza y Aprendizaje.
Aquí inicio otro trabajo en
equipo, el profesor del grupo con ayuda del responsable del LTE se marcaban un
objetivo: el buscar la mejor forma de aplicación para lograr el aprendizaje en
el adolescente.
En conjunto buscamos la forma de
aprovechar al máximo el tiempo dentro del LTE, en la entrada de los alumnos, en
explicaciones de manejo del programa hacia los alumnos, etc.
Como primera experiencia se
colocó un alumno por máquina, esto implicaba dos clases en una, debido a que
solo había 20 computadoras y los grupos son de 50/52 alumnos, la otra parte se
tenía que concentrar en el centro, con el mismo tema sin estar frente a la
computadora, y después de media clase intercambiarlos.
Al verlos trabajar observamos que
la mayoría de los alumnos de turno matutino saben usar la computadora,
situación que ya se había comprobado a través de un cuestionario aplicado, pero
también hay quién no lo maneja; a diferencia del turno vespertino, fue al
revés, sin embargo al acercarnos a ellos y enseñarles a manejar el “ratón”
observamos que aprendían muy rápido a manejarlo y lo más importante es que en
ningún momento mostraban tener miedo de usar la computadora, como sucede con
los docentes.
Esto nos llevo a colocar en
grupos a los alumnos en las próximas sesiones, se redujo el número de máquinas,
ahora solo pusieron 17, logrando sentar a tres alumnos por computadora.
Vogotsky señala que “los niños
por medio de la imitación logra una serie de acciones que superan con creces el
límite de sus propias capacidades y a través de ella fueran capaces de realizar
más tareas en colectividad o bajo la guía de los adultos”[1]
Una vez que los alumnos
comenzaron a trabajar en colectivo, uno era el que se adueñaban totalmente del
control, por lo que el maestro comenzó acercarse a ellos por grupo cada vez que
manifestaban haber terminado, planteándoles una serie de preguntas a todos los
integrantes, como resultado de ello, algunos contestaban y otros no, esto llevó
al docente a cuestionar continuamente a los alumnos cada vez que manifestaban
haber terminado los ejercicios y paralelo a ello rotar a los alumnos con la
finalidad de que todos tuvieran la posibilidad de interactuar con la
computadora.
Algunos alumnos repentinamente
comenzaron a manipular los programas educativos en forma incorrecta, daban
“continuar” a la siguiente página sin detenerse a entender o interpretar lo que
tenían enfrente. Eso permitió ver la necesidad de usar una evaluación inmediata
que dan los programas para que el alumno contestara adecuadamente.
Como indicación inicial se les
hacía saber que aquellos que obtuvieran una puntuación alta, se le tomaría en
cuanta como participación del día para su evaluación continua.
Esto demostró tener efectos de
tipo motivacional, pues los alumnos lo empezaron a tomar como concurso, es decir,
haber quién terminaba primero y con mayor puntuación; la motivación y la
alegría se notaban en sus expresiones, esto no sólo comenzó a motivar al
alumno, sino también al profesor por seguir buscando formas de aplicar la
tecnología como un apoyo didáctico para el proceso de enseñanza y aprendizaje,
como dice Joao B., “el educador comenzó a estructurar el ambiente para ofrecer
una rica fuente de estimulación al alumno que le permita desenvolverse en su
propio ritmo, guiado por sus intereses y de un modo suficientemente libre.”[2]
Los jóvenes, gritaban al profesor
que les anotará su participación. Dicha situación se hizo muy frecuente, el
profesor quedaba en duda si los alumnos realmente aprendían de acuerdo a los
objetivos de aprendizaje del tema.
Se comenzó a retomar el tema
tratado en el LTE en el Aula, pero ahora lo que habían visto en forma virtual
lo verían en forma real; obviamente no todo se podía, pero lo que sí, como
Matemáticas y Física, comenzaba a darle una idea al maestro de qué tan
significativo era el aprendizaje del alumno al llevarlo al LTE.
Los resultados fueron positivos,
por lo que el docente quedaba satisfecho con su trabajo.
Posteriormente, como apoyo al
profesor para revisar a los alumnos su aprovechamiento, se vio la necesidad de
darles un objetivo, es decir, una base como referencia para que ellos supieran
cuál era la finalidad de estar en ese
momento frente a una computadora, buscar formatos donde el alumno plasmara su
pensar de la función del maestro.
Las expresiones más repetidas de
los alumnos plasmadas en eso formatos de observaciones fueron:
· El programa es muy bueno para
aprender
· Aprendí más rápido con este
programa respondiendo preguntas relacionadas con la diversión.
· El programa me pareció
interesante ya que aprendimos más fácil con este método que con el libro, ya
que con dibujos en movimiento le entendemos mejor.
· Los programas son interesantes y
entretenidos por sus ilustraciones y contenidos.
· El programa me pareció muy
interesante ya que habían cosas que no sabía y otras que sí.
· El trabajo estaba muy fácil y
sencillo, además facilita el aprendizaje sobre los cambios físicos y químicos
de la materia.
Y las expresiones muy escasas e
interesantes fueron:
· Me aburre la computadora, yo sólo
la uso para chatear.
· No me gusta trabajar con la
computadora, no sé porqué.
Con estas respuestas puedo ver
como no todos aprendemos de la misma forma y una necesidad de tomar esto en
cuenta, para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
[1] Vigotsky. “Zona de
Desarrollo Próximo”: una nueva aproximación, en: El desarrollo de los procesos
psicológicos superiores. Barcelona, España, Grijalbo, 1979, pp. 130-140.
[2] Joao B. Araújo y Clfton
B. Chadwick. “La teoría de Piaget”, en: Tecnología Educacional. Teorías de
instrucción. España, Paidós educador, 1988, pp. 65-79.
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